MADRID, 9 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha lamentado este domingo desde la cumbre UE/CELAC en Santa Marta (Colombia) que la amenaza del uso de la fuerza militar es ya una constante en la región latinoamericana-caribeña y que, como demostraron tiempos pasados de la guerra sucia, esconde una retórica destinada a justificar una intervención ilegal contra la soberanía de otros países.
Lula ha abordado sin contemplaciones una de las cuestiones más espinosas de la cumbre: la dificultad de sus asistentes para encontrar una posición común de condena a los ataques militares de EEUU contra presuntas narcolanchas en el Caribe que han dejado ya 70 muertos y han sido denunciadas por ONG como "ejecuciones extrajudiciales".
"Las democracias no combaten el crimen violando los derechos constitucionales. La seguridad es un deber del Estado y un derecho humano fundamental. No existe una solución mágica para acabar con el crimen", ha declarado el presidente brasileño antes de reivindicar los éxitos generados por la cooperación policial transfronteriza, en lugar de los ataques militares.
"Ningún país puede afrontar este desafío de forma aislada. Las acciones coordinadas, el intercambio de información y las operaciones conjuntas son fundamentales para nuestro éxito", ha manifestado.
En este sentido, para Lula "la amenaza del uso de la fuerza militar, una constante en América Latina y el Caribe" representa "el reciclaje viejas maniobras retóricas para justificar intervenciones ilegales" contra "una región de paz".
En su comparecencia, recogida por los medios nacionales, Lula también ha reconocido la crisis regional que atraviesan América Latina y el Caribe a la hora de concretar un proyecto de integración por las diferencias ideológicas entre sus diferentes gobiernos.
"Nos hemos convertido nuevamente en una región balcanizada y dividida, más centrada en el exterior que en el interior. La intolerancia se fortalece e impide que las distintas perspectivas vuelvan a sentarse a la misma mesa. Vivimos de nuevo bajo la amenaza del extremismo político, la manipulación informativa y el crimen organizado", ha avisado.
Esta distancia se ha expresado en la ausencia de líderes latinoamericanos al encuentro de Santa Marta por la aversión que sienten hacia el izquierdismo de su anfitrión, el presidente colombiano, Gustavo Petro.
"En consecuencia, vivimos de reunión en reunión, repletos de ideas e iniciativas que a menudo nunca pasan de la fase de planificación. Nuestras cumbres se han convertido en un ritual vacío, del que los principales líderes regionales están ausentes", ha criticado Lula.