MADRID 14 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha tildado de "provocación" que un grupo de personas, identificados como estudiantes normalistas de Ayotzinapa, lanzaran en la tarde del lunes artefactos explosivos contra la fachada del palacio presidencial.
"Ayer vinieron un grupo de estudiantes, maestros y quienes posiblemente no son maestros ni estudiantes, a tirar bombas al Palacio y se fueron", ha explicado en rueda de prensa el mandatario, agregando que estas personas querían "provocar" a las autoridades.
En este sentido, López Obrador ha argumentado que ordenó a las fuerzas de seguridad no caer en provocaciones, ya que en caso de que se desplegasen para dispersar a la multitud los manifestantes tendrían "elementos" para acusar al Gobierno de "represores".
"Todo está vinculado a las elecciones y están desesperados", ha subrayado el mandatario mexicano, aludiendo a los comicios que se llevarán a cabo a nivel federal y local el próximo 1 de junio, según ha recogido el diario 'Milenio'.
Los estudiantes subieron a camiones para retirarse tras el lanzamiento de los artefactos en protesta por la excarcelación de ocho militares supuestamente implicados en la desaparición de 34 de sus compañeros en 2014. Las autoridades han cifrado en 26 los agentes heridos por esquirlas, la mayoría en extremidades.
Esto se produce después de que el pasado jueves ocho militares acusados de delincuencia organizada en el caso Ayotzinapa fueran excarcelados de la prisión del Campo Militar 1-A tras serles concedida la libertad provisional al considerar innecesaria e injustificada la prisión preventiva y tras pagar una fianza de 100.000 (5.500 euros) pesos cada uno.
Precisamente sobre la liberación de estos militares, López Obrador ha asegurado en rueda de prensa que impugnarán la decisión. "Esto no significa que queden en libertad, están sujetos a investigación y lo decide el poder judicial", ha subrayado, según 'El Universal'.
Los 34 estudiantes de la escuela rural para formación de maestros de Ayotzinapa desaparecieron el 26 de septiembre de 2014 tras ser perseguidos a tiros y detenidos por policías, que los entregaron al grupo criminal Guerrero Unidos por causas no esclarecidas.
Durante años, el Gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto defendió que fueron asesinados por esta banda criminal al ser confundidos con otra rival, pero los normalistas denuncian que se trata de un crimen de Estado.