MADRID 6 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Bolivia ha denunciado por "terrorismo" y otros siete delitos al expresidente Evo Morales por los bloqueos de carreteras de los que se le acusa como instigador y que duran ya cuatro jornadas.
"Hemos presentado hoy una denuncia por ocho delitos de acción pública atribuibles, inicialmente, al señor Evo Morales Ayma, a la señora Suseth Rodríguez y a quienes resulten autores, coautores, cómplices o encubridores", ha explicado el ministro de Justicia, César Siles, a su salida de la Fiscalía de La Paz tras presentar la denuncia, según recoge la agencia boliviana ABI.
Los delitos alegados por Siles son terrorismo, instigación pública a delinquir, atentados contra la seguridad de los servicios públicos, atentado contra la seguridad de los transportes, atentado contra la libertad de trabajo, desobediencia a resoluciones constitucionales, destrucción y deterioro de bienes del estado, y obstrucción de procesos electorales.
El ministro ha identificado a Morales y Rodríguez como los responsables de ordenaron los bloqueos de carreteras para así forzar que se habilite la candidatura del expresidente, pese a que la semana pasada la Justicia impidió a su partido inscribirlo por estar fuera de plazo y no haber obtenido, al menos, el 3 por ciento de los votos en los anteriores comicios, tal y como establece la ley electoral boliviana.
Siles ha pedido al Ministerio Público que actúe rápidamente para detener las protestas se han extendido por el departamento de Cochabamba, así como en algunas zonas de La Paz, Sucre y Potosí.
"Se está atentando contra la libertad de locomoción de las personas, contra el paso de cisternas que traen combustible y de ambulancias, ya hay personas fallecidas, heridas, policías agredidos, sin duda el Estado y el gobierno tiene que reaccionar", ha advertido.
El ministro ha amenazado este mismo jueves con recurrir al Ejército "si es necesario" para garantizar la celebración de elecciones el 17 de agosto a medida que aumenta la tensión por los bloqueos protagonizados por grupos de seguidores del expresidente, que insisten en que sea aceptado como candidato a pesar de su inhabilitación.