MADRID, 29 May. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo satélite de la ESA y la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA), diseñado para estudiar cómo las nubes y los aerosoles influyen en el clima, fue lanzado con éxito este martes.
EarthCARE despegó a las 22.20 UTC a bordo de un cohete Falcon 9 desde la Base de Vandenberg en California. Apenas 10 minutos después, el satélite se separó del cohete. Luego, a la 23.14 UTC se recibió la señal que indicaba que la misión se encuentra de forma segura en órbita alrededor de la Tierra.
Con la crisis climática cada vez más apremiante, el Earth Cloud Aerosol and Radiation Explorer, o EarthCARE para abreviar, pronto brindará información crucial para arrojar nueva luz sobre las complejas interacciones entre las nubes, los aerosoles y la radiación dentro de la atmósfera de la Tierra, informa la ESA.
La mayoría de nosotros probablemente percibimos las nubes como simples pelusas en el cielo o presagios de lluvia, pero detrás de su aparente simplicidad, la ciencia es extremadamente complicada y relativamente poco comprendida.
Aunque se sabe que las nubes desempeñan un papel extremadamente importante en el calentamiento y enfriamiento de la atmósfera, siguen siendo una de las mayores incertidumbres en nuestra comprensión de cómo la atmósfera impulsa el sistema climático y, lo que es más importante, cómo moldearán nuestro clima futuro.
Las nubes reflejan la energía solar entrante hacia el espacio, pero también atrapan la energía infrarroja saliente. Esto conduce a un efecto neto de enfriamiento o calentamiento. Sin embargo, el grado en que las nubes calientan o enfrían la Tierra depende de varios factores, entre ellos su forma, ubicación, altitud, contenido de agua y tamaño de partículas.
Los aerosoles son partículas diminutas, como polvo y contaminantes, suspendidas en la atmósfera terrestre. También desempeñan un papel importante en el sistema climático de la Tierra, tanto "directamente" al reflejar y absorber la radiación solar entrante y atrapar la radiación saliente, como "indirectamente", ya que actúan como núcleos para la formación de nubes, que es como influyen más en nuestro clima.
Las actividades humanas, incluidos los procesos industriales, el transporte y la agricultura, están alterando significativamente las concentraciones de aerosoles en la atmósfera y, por lo tanto, impactando los patrones climáticos regionales.
Aunque se entiende que las nubes y los aerosoles actualmente ejercen un efecto de enfriamiento general, los cambios y los ciclos de retroalimentación provocados por la crisis climática podrían reducir su potencial de enfriamiento, exacerbando aún más el cambio climático.
CUATRO INSTRUMENTOS A BORDO
EarthCARE lleva un conjunto de cuatro instrumentos de última generación.
El radar de perfilado de nubes proporciona información sobre la estructura vertical y la dinámica interna de las nubes, el lidar atmosférico proporciona perfiles de aerosoles y nubes delgadas, así como información sobre las cimas de las nubes, el generador de imágenes multiespectral ofrece una visión general de la escena en múltiples longitudes de onda, y el radar de banda ancha mide la radiación solar reflejada y la radiación infrarroja saliente procedente de la Tierra.
Lo único de la misión es que estos instrumentos trabajarán juntos para proporcionar una visión holística de la compleja interacción entre nubes, aerosoles y radiación, brindando nuevos conocimientos sobre el equilibrio de radiación de la Tierra en el contexto de la crisis climática.
El satélite EarthCARE ahora se controla desde el Centro Europeo de Operaciones Espaciales de la ESA en Darmstadt, Alemania. Los controladores pasarán los próximos meses comprobando y calibrando cuidadosamente la misión como parte de la fase de puesta en servicio.
El satélite fue diseñado y construido por un consorcio de más de 75 empresas con Airbus como contratista principal.