MADRID, 30 Abr. (EUROPA PRESS) -
El gato doméstico más antiguo conocido en lo que hoy es Estados Unidos pereció hace 466 años en un naufragio frente a las costas de Florida, según un nuevo estudio.
El barco formaba parte de una expedición colonizadora española liderada por el conquistador Tristán de Luna y Arellano, quien viajaba desde México bajo la corona española. En septiembre de 1559, un huracán en la bahía de Pensacola naufragó varios de los 11 barcos, que habían estado anclados cerca del nuevo asentamiento español de Santa María de Ochuse.
Investigadores encontraron uno de estos naufragios, conocido como Punta Emanuel II, en 2006. Este naufragio contiene los restos de un gato doméstico adulto y uno joven (Felis catus), según el nuevo estudio, publicado el 14 de abril en la revista American Antiquity.
"Actualmente sabemos que todos los gatos domésticos provienen de ancestros de Oriente Medio. Por lo tanto, debieron ser introducidos en América por humanos", afirmó Martin Welker, coautor del estudio y arqueólogo antropólogo especializado en zooarqueología de la Universidad de Arizona.
Los arqueólogos ya habían encontrado restos de gatos domésticos en otros asentamientos españoles tempranos, como el pueblo indígena taíno de En Bas Saline, en lo que hoy es Haití, donde Cristóbal Colón desembarcó en 1492. Sin embargo, Colón nunca llegó a la Norteamérica continental. En cambio, "las expediciones españolas a Florida fueron las primeras oportunidades para que los gatos domésticos llegaran a lo que hoy es Estados Unidos", declaró Welker a Live Science por correo electrónico.
BIEN ALIMENTADO
El equipo analizó los huesos de gato utilizando diversas técnicas, como análisis zooarqueológicos (comparando los huesos del naufragio con los de gatos modernos), isotópicos (evaluando diferentes firmas químicas) y genéticos (estudio de ADN antiguo), explicó Welker. Los resultados confirmaron que los huesos pertenecían a gatos domésticos y aportaron información sobre su ascendencia felina, así como sobre la dieta del gato adulto.
"Lo interesante es que nuestro gato no se comía las ratas a bordo del barco, sino que tenía una dieta más acorde con lo que esperaríamos de los marineros", explicó a Live Science en un correo electrónico el coautor del estudio, John Bratten, antropólogo de la Universidad de West Florida. Esto indica que los marineros alimentaron al gato adulto porque las ratas no les proporcionaban suficiente alimento o por cariño, escribieron los investigadores en el estudio.
"Fue interesante considerar la idea de que el gato fuera una mascota o que estuviera al cuidado de los marineros españoles", añadió Bratten.
Los análisis genéticos sugieren que tanto los gatos adultos como los jóvenes descendían de parientes europeos. Si bien es imposible determinar cómo subieron los gatos al barco, una posibilidad es que se colaran mientras estaba anclado o atracado en México antes de zarpar hacia Florida, explicó Bratten.
Sin embargo, es posible que hayan sido traídos a bordo intencionalmente, dado que los gatos ayudaban a controlar las poblaciones de ratas y ratones que podían acceder a los suministros de alimentos y transmitir enfermedades, afirmó Welker.
No sería sorprendente que los gatos hubieran sido cazadores de ratones, ya que "desde su domesticación hasta su llegada al Nuevo Mundo, la función principal de los gatos en muchas comunidades fue el control de plagas, algo para lo que estaban bien adaptados y que requería poca supervisión por parte de sus convivientes humanos", escribieron los investigadores en el estudio. Los antiguos romanos probablemente introdujeron los gatos en Europa por este motivo, según el estudio.
Hoy en día, uno de cada tres hogares estadounidenses tiene un gato como mascota, según el estudio, y hay más de 600 millones de gatos domésticos en todo el mundo.