MADRID 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
Lavar las sábanas parece una tarea sencilla, pero elegir bien la temperatura puede marcar la diferencia entre mantenerlas suaves o acortar su vida útil. A menudo las lavamos por costumbre -"como toda la vida"-, sin reparar en que cada tejido necesita un cuidado distinto y que el calor excesivo puede afectar al color y la textura de las fibras.
Según los expertos, no existe una única temperatura perfecta para todas las sábanas, sino un rango que depende del material, del nivel de suciedad y de la frecuencia de uso. En general, entre 40 °C y 60 °C es el punto ideal para eliminar la mayoría de bacterias y ácaros sin comprometer la durabilidad del tejido.
40 °C, LA TEMPERATURA IDEAL PARA LAVADOS REGULARES
Para las sábanas de algodón o mezclas de algodón, 40 °C es suficiente para conseguir una limpieza completa. A esta temperatura se eliminan los gérmenes y la suciedad cotidiana sin debilitar las fibras. En cuanto a la frecuencia de lavado, los expertos de IKEA sugieren lavar las sábanas semanalmente a unos 40 °C para mantener la sensación de frescor y prolongar su vida útil.
Si las sábanas son blancas o se han usado durante una enfermedad, se puede aumentar la temperatura hasta 60 °C para conseguir una desinfección más profunda, ya que el calor intenso elimina hasta el 99 % de bacterias y ácaros. Sin embargo, conviene evitar los lavados tan calientes de forma habitual, porque pueden acortar la vida del tejido.
TEJIDOS DELICADOS: LINO, SATÉN O SEDA
No todas las telas soportan bien el calor. En el caso del lino, el satén o la seda, lo ideal es no superar los 30 °C o 40 °C y utilizar programas específicos para prendas delicadas. El agua demasiado caliente puede hacer que las fibras se encojan o pierdan su brillo natural.
Antes de cada lavado, conviene revisar la etiqueta de cuidado de las sábanas. Estas etiquetas ofrecen información esencial sobre el tipo de tejido y la temperatura máxima recomendada, algo que muchas veces pasamos por alto.
CÓMO MEJORAR LA LIMPIEZA SIN DAÑAR LAS FIBRAS
Cuando se lavan a temperaturas bajas, es posible añadir un refuerzo limpiador como percarbonato de sodio o bicarbonato, que potencia la acción del detergente sin agredir las telas. También es importante no sobrecargar la lavadora, para que el agua y el jabón circulen correctamente y la colada respire.
En cuanto al secado, la recomendación lógica es tender las sábanas al aire libre siempre que sea posible, ya que la luz natural actúa como desinfectante suave y ayuda a conservar la frescura del tejido. Si se usa secadora, conviene elegir un programa de baja temperatura para evitar que se resequen las fibras.