Publicado 27/07/2025 06:19

Desconecta.- Una inglesa que vive en España revela su secreto para adaptarse al calor: "Me sentí súper española"

Captura de pantalla del vídeo de Tiktok de @anneinespana
Captura de pantalla del vídeo de Tiktok de @anneinespana - @ANNEINESPANA

MADRID 27 Jul. (EUROPA PRESS) -

Las altas temperaturas veraniegas en España pueden resultar abrumadoras para los que provienen de climas más templados. La percepción del calor y las estrategias para afrontarlo cambian con la experiencia y el tiempo, convirtiéndose en un proceso que va más allá de lo físico para incluir aspectos culturales. Esta transformación es común en personas que permanecen en España durante temporadas prolongadas.

Es lo que le ocurrió a Anna, o @annainespana como se identifica en la red social Tiktok, una inglesa que lleva dos años viviendo en Madrid: "Mi percepción del calor ha cambiado". Así, relata cómo su forma de vestir y de entender el calor se ha modificado con la convivencia diaria en un clima caluroso. "Me he dado cuenta de que es súper fácil acostumbrarse al calor", explica.

INCOMPRENSIÓN DEL CALOR ESPAÑOL

Al recordar su experiencia antes de mudarse a España, la usuaria comenta: "Cuando era pequeña e iba de vacaciones a España, veía a la gente usando vaqueros y a veces camisas de manga larga. Siempre pensaba, pero, ¿cómo lo hacen? Porque estoy muriendo de calor en un día de 30 grados". Para ella, la ropa de verano ligera era esencial, y no podía entender cómo otros soportaban esas temperaturas con prendas aparentemente incómodas.

Esta reacción muestra la dificultad que muchas personas tienen para entender cómo quienes están acostumbrados a climas más cálidos toleran mejor temperaturas elevadas y adoptan estilos de vida distintos. "En Inglaterra, por ejemplo, un día de 29 grados sería una locura", añade, evidenciando la diferencia cultural en la percepción del calor.

ADAPTACIÓN GRADUAL AL CALOR

Con el tiempo, Anna ha experimentado un cambio notable en su manera de afrontar el clima. Comenta que incluso en días con 29 grados llegó a pensar: "¿Será que necesito una chaqueta o algo en la noche? Pensé, Anna, ¿cómo has españolizado? Porque estamos en 29 grados y ¿de verdad estás considerando una chaqueta?".

Esta anécdota ilustra que la adaptación al calor en España implica cambios físicos al mismo tiempo que culturales. "Me sentí súper española", concluye, subrayando que vivir en un lugar con temperaturas elevadas genera una forma distinta de relacionarse con el ambiente y las prendas que se utilizan.

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