Publicado 05/11/2025 08:12

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Ni 2 ni 2,5: cuánta presión de aire deben tener las ruedas del coche en invierno para ahorrar combustible
Ni 2 ni 2,5: cuánta presión de aire deben tener las ruedas del coche en invierno para ahorrar combustible - UNSPLASH

MADRID 5 Nov. (EUROPA PRESS) -

Con la llegada del frío, una de las comprobaciones más sencillas -y más olvidadas- al preparar el coche para el invierno es la presión de los neumáticos. Aunque parezca un detalle menor, la cantidad de aire que hay dentro de las ruedas influye directamente en la seguridad, el consumo de combustible y el desgaste de las cubiertas. Una presión incorrecta puede traducirse en más gasto, menos agarre y, a largo plazo, un deterioro prematuro del neumático.

Las temperaturas bajas hacen que el aire del interior se contraiga y la presión caiga. De hecho, basta con una bajada de 10 °C para que la presión se reduzca alrededor de 0,07 bares. Por eso, tanto los fabricantes como los talleres especializados recomiendan revisar el inflado con más frecuencia durante los meses fríos. Pero ¿cuál es la presión ideal y cómo ajustarla para no consumir más combustible del necesario?

LA PRESIÓN RECOMENDADA EN INVIERNO: UN LIGERO AUMENTO DE 0,2 BARES

Según el fabricante Michelin, los neumáticos pierden aire de forma natural con el paso del tiempo, por lo que conviene revisar la presión al menos una vez al mes. En invierno, además, el aire frío agrava esa pérdida, reduciendo la presión interna y aumentando la resistencia a la rodadura, lo que a su vez incrementa el consumo de carburante.

La compañía aconseja añadir unos 0,2 bares más sobre la presión que indica el fabricante del vehículo cuando la temperatura exterior es muy baja. Este ajuste compensa el descenso provocado por el frío y garantiza que la rueda mantenga la forma y la adherencia correctas en carretera. Si la comprobación se hace dentro de un garaje templado (por ejemplo, a 18 °C) y en el exterior hay -2 °C, ese aumento de 0,2 bares evita que la presión real sea insuficiente al salir.

También es importante recordar que ni el exceso ni el defecto de aire son una buena idea. Circular con las ruedas poco infladas provoca que el neumático se deforme más, aumentando el contacto con el asfalto y la fricción, lo que se traduce en mayor consumo de combustible y desgaste irregular. Por el contrario, un inflado excesivo reduce la superficie de contacto y el agarre, haciendo el coche más inestable, especialmente sobre superficies mojadas o con hielo.

CÓMO Y CUÁNDO MEDIR LA PRESIÓN

La presión debe medirse con los neumáticos fríos, es decir, después de recorrer menos de tres kilómetros. Si se mide tras un trayecto largo, el aire interior se dilata por el calor y puede dar una lectura falsa más alta de lo real.

También es recomendable comprobar la presión antes de emprender un viaje largo o cuando el coche vaya muy cargado. En ese caso, conviene seguir la indicación de "presión máxima de carga" que suele aparecer en la etiqueta situada en el marco de la puerta del conductor o en el manual del vehículo. Usar siempre el mismo manómetro -por ejemplo, el de una gasolinera o taller de confianza- ayuda a mantener mediciones constantes y fiables.

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