Faure Gnassingbé revalida el poder cinco años más en una maniobra denunciada por la oposición como un "golpe de Estado constitucional"
MADRID, 3 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Togo, Faure Gnassingbé, prestará juramento este sábado su nuevo cargo como "Presidente del Consejo de Ministros" en una maniobra que le capacita para seguir como mínimo hasta 2030 al frente del país, transformado ahora en un sistema parlamentario, a pesar de las críticas opositoras que denuncian la reforma constitucional impulsada por el presidente como un autogolpe de Estado.
La reforma fue aprobada en mayo del año pasado por el Parlamento nacional, donde el partido de Gnassingbé, Unión para la República (Unir) es el dominador absoluto con 108 de los 113 escaños de los que consta la cámara tras las elecciones legislativas del mes anterior debido al boicot de la oposición que denunció los comicios como el prolegómeno a una nueva perpetuación de la dinastía familiar.
La modificación se enmarcaba en una tendencia durante la última década en el continente, donde alrededor de 15 presidentes han recurrido a cambios legales para eliminar o sobrepasar el límite de dos mandatos, y en medio de un repunte de los golpes de Estado militares en África occidental y central, con asonadas exitosas desde 2020 en Malí, Guinea, Burkina Faso, Chad y Níger.
Gnassingbé, cabe recordar, lleva 20 años al frente del país tras suceder a su padre, Gnassingbé Eyadéma, fallecido en 2005 tras casi cuatro décadas como mandatario absoluto.
Ahora, el nuevo Artículo 47 de la Carta Magna estipula que el líder del partido con mayoría parlamentaria se convertirá en el llamado Presidente del Consejo y seguirá dirigiendo el país durante los próximos cinco años en medio de la consternación opositora.
En marzo de este año, organizaciones de la sociedad civil y partidos políticos opositores denunciaron a través de un comunicado lo que entendieron como un "golpe de Estado constitucional" ordenado por un presidente "que ha utilizado todo tipo de contorsiones --golpes de Estado permanentes, fraude electoral, corrupción a gran escala, represión feroz y ciega, encarcelamiento -- para mantenerse en el poder contra la voluntad del pueblo togolés".
Los opositores recordaron que la Constitución de 1992, revisada en 2019 dispone en su artículo 59 que "el Presidente de la República es elegido por sufragio universal, libre, directo, igual y secreto para un período de cinco años, renovable una sola vez" y que esta disposición solo puede ser eliminada mediante un referéndum que jamás ha tenido lugar.