MADRID 31 Oct. (EUROPA PRESS) - 
   Al menos una persona ha muerto y otra ha resultado herida este viernes a causa de un nuevo bombardeo ejecutado por el Ejército de Israel contra el sur de Líbano a pesar del alto el fuego pactado en noviembre de 2024, tras las denuncias desde las autoridades libanesas por la incursión perpetrada por las tropas israelíes el jueves, que se saldó con la muerte de un funcionario.
   El Ministerio de Sanidad libanés ha señalado en un breve mensaje en su cuenta en la red social Facebook que el bombardeo ha sido lanzado contra la localidad de Kunine, en Bint Yebeil, antes de afirmar que "ha dejado un mártir y un herido", sin pronunciarse sobre las identidades de las víctimas.
   Según fuentes de la Alcaldía de Kunine, el fallecido era un funcionario local, identificado como Ibrahim Raslan, que estaba comprobando el uso de generadores privados en la zona, mientras que el herido es un barrendero que estaba en el lugar por el que circulaba el hombre en su motocicleta, según el diario 'L'Orient-Le Jour'.
   El ataque ha tenido lugar un día después de que el presidente de Líbano, Joseph Aoun, ordenara al Ejército que "haga frente a cualquier incursión israelí" después de que un funcionario muriera a manos de las tropas israelíes durante una operación en la ciudad de Blida, un suceso tildado por el primer ministro libanés, Nawaf Salam, como un "ataque flagrante a las instituciones y la soberanía" del país.
   Israel ha lanzado decenas de bombardeos contra Líbano a pesar del alto el fuego de noviembre de 2024 argumentando que actúa contra actividades del partido-milicia chií Hezbolá y asegura que, por ello, no viola el pacto, si bien tanto Beirut como el grupo se han mostrado críticos con estas acciones, igualmente condenadas por Naciones Unidas. En la zona están desplegados unos 11.000 militares desplegados, de los cuales alrededor de 700 son españoles.
   El alto el fuego, alcanzado tras meses de combates al hilo de los ataques del 7 de octubre de 2023, contemplaba que tanto Israel como Hezbolá debían retirar sus efectivos del sur de Líbano. Sin embargo, el Ejército israelí ha mantenido cinco puestos en el territorio de su país vecino, algo también criticado por las autoridades libaneses y el grupo chií, que exigen el fin de este despliegue.