AI pide a las autoridades iraníes que detengan los planes para llevar a cabo ejecuciones contra detenidos por espionaje para Israel
MADRID, 20 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Policía de Irán ha anunciado este viernes que ha detenido en la capital, Teherán, a dos personas extranjeras a las que ha acusado de ser agentes del Mossad israelí y que supuestamente estaban enviando información a Alemania.
Un portavoz del cuerpo policial ha explicado que "los terroristas fueron identificados y arrestados mientras enviaban información sobre la ubicación de un funcionario". "Los acusados afirmaron que, por cada actividad realizada, recibían 2.000 dólares en sus cuentas en el extranjero", ha agregado, según recoge la agencia de noticias Fars.
Horas antes, los servicios de Inteligencia iraníes arrestaron en la provincia de Kohkiluye y Buyer Ahmad (suroeste) a un ciudadano procedente de un país europeo que buscaba "recopilar información de centros sensibles e importantes", aunque había entrado al país como turista.
Tal y como ha informado la agencia de noticias Tasnim, afiliada a la Guardia Revolucionaria, el arrestado llevaba consigo varios teléfonos móviles para realizar sus gestiones. Por el momento, se desconoce su nacionalidad e identidad.
Amnistía Internacional ha pedido a las autoridades iraníes que detengan "todos" los planes para llevar a cabo ejecuciones arbitrarias y proteger de la desaparición forzada, la tortura, y otros malos tratos a aquellas personas que estén detenidas por acusaciones de espionaje para Israel.
"Las peticiones oficiales de juicios y ejecuciones aceleradas de las personas detenidas por presunta colaboración con Israel demuestran cómo las autoridades iraníes utilizan la pena de muerte como arma para imponer su control e infundir miedo en la población iraní", ha declarado el director regional adjunto para Oriente Medio y el Norte de África de AI, Hussein Baoumi.
Así, ha subrayado que "la pena de muerte es el castigo más cruel, inhumano y degradante, y no debe emplearse bajo ninguna circunstancia". "Su uso para espionaje u otros delitos conexos que no impliquen homicidio intencional está especialmente prohibido por el Derecho Internacional", ha agregado.
En este contexto, ha advertido de que "ejecutar apresuradamente a personas tras confesiones basadas en tortura y juicios manifiestamente injustos constituiría un terrible abuso de poder y un flagrante atentado contra el derecho a la vida".