Publicado 03/11/2025 05:18

Infosalus.- Un informe advierte de la relación circular entre desigualdad y pandemias, perpetuada por una actuación insuficiente

Archivo - Pandemia, coronavirus.
Archivo - Pandemia, coronavirus. - NISERIN/ ISTOCK - Archivo

MADRID 3 Nov. (EUROPA PRESS) -

Un informe elaborado por economistas, expertos en salud pública y líderes políticos de renombre mundial advierte de que los altos niveles de desigualdad están haciendo al mundo más vulnerable a las pandemias, al mismo tiempo que estas aumentan la desigualdad en una relación circular perpetuada por una actuación insuficiente.

Así lo muestra el trabajo 'Romper el ciclo desigualdad-pandemia: construir una verdadera seguridad sanitaria en una era global', publicado este lunes por el Consejo Mundial sobre Desigualdad, sida y Pandemias antes de las reuniones del G20, que propone una serie de recomendaciones prácticas para poner el punto final a las crisis sanitarias existentes y fortalecer la preparación ante futuras pandemias.

Según recoge, dentro de los países, la desigualdad interseccional está claramente vinculada a las pandemias. Investigaciones apuntan que los países más desiguales han experimentado tasas de mortalidad por Covid-19, infección por VIH y sida significativamente mayores, al tiempo que luchaban por implementar respuestas eficaces a la pandemia. Por el contrario, los contextos más equitativos son más resilientes a las pandemias.

Además, ejemplifica el círculo entre desigualdad y pandemias con el caso de varios de los países africanos que más han avanzado en la lucha contra el sida, pues estos también han contrarrestado la persistente desigualdad urbana. Datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) posteriores a la gripe porcina (H1N1), el síndrome respiratorio agudo grave (SARS), el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS), el ébola y el zika también muestran que las pandemias provocaron un aumento persistente de la desigualdad, con un pico que se produjo aproximadamente cinco años después.

En la misma línea, alerta de que las desigualdades internacionales entre países globalizan la vulnerabilidad ante las pandemias, de tal forma que cuando algunos países pueden responder eficazmente a un brote, pero otros carecen de los medios para hacerlo, el mundo entero se vuelve más vulnerable.

Junto a esto, el informe detalla que otro de los problemas es que los países no han actuado de manera suficientemente rápida ante las pandemias y brotes que persisten en la actualidad, como el sida, la tuberculosis o la malaria, que continúan causando millones de muertes, especialmente en países de ingresos bajos y medios y entre grupos marginados en países de ingresos altos.

En este punto, señala que la retirada de buena parte de la ayuda internacional y financiación amenaza con para, e incluso revertir, los avances logrados hasta ahora que, por ejemplo, han permitido que las nuevas infecciones por VIH cayeran a su nivel más bajo desde 1980 a finales de 2024.

ESTE CICLO TIENE FIN

Con todo, el informe evidencia que existen pruebas claras de que este ciclo puede interrumpirse si se establece un nuevo enfoque de seguridad sanitaria mediante acciones prácticas y viables sobre los determinantes sociales y económicos de las pandemias, tanto a nivel nacional como mundial. Estas medidas irían dirigidas tanto a actuar durante el desarrollo de una pandemia como a prepararse ante futuras emergencias; todo ello basándose en la desigualdad.

En primer lugar, aboga por eliminar las barreras financieras para mejorar la capacidad fiscal de los países para afrontar las desigualdades. Para aplicar esta acción durante una pandemia, como puede ser la actual de sida, sugiere que se solicite una moratoria urgente en el pago de la deuda para los países en dificultades hasta 2030, y que esto se complemente con nuevos mecanismos de financiación de emergencia para pandemias que incluyan la emisión automática de Derechos Especiales de Giro del FMI.

De cara a fortalecer la capacidad de actuación ante futuras pandemias, apunta a reorientar las instituciones financieras internacionales para poner fin a los enfoques de asistencia financiera que fomentan políticas de austeridad procíclicas y para que aborden las deficiencias estructurales subyacentes que conducen a un margen fiscal insuficiente para revertir las desigualdades y detener las pandemias.

Asimismo, llama a invertir en los determinantes sociales de las pandemias, intensificando la protección social durante las crisis sanitarias a través de un sistema preparado, con especial atención a los más vulnerables, que ponga el foco en la vivienda, la nutrición y otros determinantes de la salud. Con la vista puesta en el futuro, se deben impulsar acciones estratégicas sobre los determinantes sociales de las pandemias, que provocan grandes desigualdades en salud y aumentan la vulnerabilidad a las pandemias cuando estas se producen.

El informe también apunta a favorecer la producción local y regional y una nueva gobernanza de la investigación y el desarrollo a través de medidas económicas y relacionadas con la libertad de propiedad intelectual que sean capaces de garantizar el intercambio de tecnología como bienes públicos necesarios para detener las pandemias.

Por último, insta a fomentar una mayor confianza, igualdad y eficiencia en la respuesta a la pandemia mediante la inversión en una respuesta multisectorial y en infraestructura pandémica que esté liderada por la comunidad, e influya a organizaciones comunitarias, grupos de derechos humanos y líderes científicos, en colaboración con el gobierno.

El Consejo Mundial sobre Desigualdad, sida y Pandemias utilizará las conclusiones del informe para orientar su colaboración con el G20, con las instituciones financieras internacionales y con los líderes del sector sanitario, a fin de establecer un enfoque de prevención, preparación y respuesta ante pandemias capaz de interrumpir el ciclo de desigualdad y pandemia, ya que, según alerta, de no hacerlo, las consecuencias serían devastadoras.

"La evidencia es inequívoca. Si reducimos las desigualdades -incluso mediante una vivienda digna, un trabajo justo, una educación de calidad y protección social- reducimos el riesgo de pandemia desde su raíz. Las medidas para combatir la desigualdad no son un lujo; son esenciales para la preparación y la respuesta ante una pandemia", ha aseverado el director del Instituto de Equidad en Salud de la University College de Londres (Reino Unido), Michael Marmot.

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